Aplicar
procesos de pensamiento lógico, sistémico, algorítmico… para lograr representar
las soluciones a un problema como secuencias de instrucciones y algoritmos.
Su premisa consiste en la capacidad de utilizar el
pensamiento abstracto, de simplificar los elementos de un problema, para
identificar los aspectos relevantes y desarrollar un modelo, una secuencia de
procesos, que ofrezcan una solución y que esa solución pueda ser ejecutada por
un sistema informático. En definitiva, desarrollar una solución y descomponerla
en los parámetros adecuados para dar forma a esa idea con tecnología.
Otra definición ampliamente aceptada de pensamiento
computacional afirma que es un “proceso por el cual se reconocen aspectos de la
informática en el mundo que nos rodea y aplicar herramientas y técnicas de la
informática para comprender sistemas y procesos naturales y artificiales” (Royal
Society, 2012).
Como la propia Wing explicaba hace ya una década, “el
pensamiento computacional puede ser aplicado a la vida diaria”, ya que “permite
adaptar la computación a tus necesidades”. Esta manera de pensar ha llevado al
desarrollo de infinidad de programas informáticos que ofrecen soluciones simples
a necesidades cotidianas. Por ejemplo, desarrollar una aplicación que permite
realizar cobros con tarjeta en un teléfono móvil, de gran utilidad para
pequeños comercios o servicios de transporte.
Según su punto de vista es, además, trasladable y de
gran relevancia al ámbito educativo. Es un proceso que compone un círculo
virtuoso: la tecnología no sólo permite impulsar el aprendizaje de los alumnos,
sino fomentar su interés y conocimiento en áreas que son y serán clave para la
economía: ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas e informática.
Al contrario de lo
que puede parecer, introducir el pensamiento computacional en el aula no
implica obligatoriamente el uso de dispositivos como un ordenador. El
pensamiento computacional es una habilidad cognitiva que permite a los niños
desarrollar su capacidad para formular, representar y resolver problemas a
través de herramientas y conceptos que se utilizan en informática, pero para el
desarrollo de esta capacidad los maestros y profesores pueden apoyarse en
actividades y herramientas tanto online como offline.
El primer paso para
el desarrollo del pensamiento computacional requerirá que los docentes
trabajen con los alumnos actitudes como:
La persistencia
ante problemas difíciles de solucionar.
La confianza a la
hora de manejar situaciones complicadas.
La tolerancia a la
ambigüedad.
La capacidad para
enfrentar un problema no estructurado, y ser capaz de ver sus partes y
ordenarlo.
El estímulo del
trabajo comunicativo y en equipo.
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